Natación para niños

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Aprender a nadar debe ser una prioridad para todas las familias. Es una habilidad importante que puede ayudar a prevenir que el ahogamiento, una de las principales causas de muerte entre los niños. ¡Los niños deben aprender a nadar cuanto antes para divertirse en el agua y estar seguros!

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    ¿Qué es la natación para niños?

    La natación infantil es una actividad que se practica en niños de entre 3 a 10 años. En países de habla inglesa se le conoce como "Infant swimming".

    A partir de este rango de edad los hijos comienzan a hacerse cada vez más independientes, es por eso que debes asegurarte de que tu hijo aprenda a nadar por si solo lo antes posible y evitar problemas en el futuro.

    Esta actividad se puede practicar en una piscina particular o en una piscina pública con un monitor. Aquí no es tan importante tener un instructor como lo puede ser en la macronatación, porque los hijos son un poco más mayores.

    ¿Cuáles son los beneficios de la natación para niños?

    La natación infantil comparte muchos beneficios con la natación para bebés. Aquí te dejamos algunas de las ventajas más importantes.

    Salud y seguridad

    La natación es una excelente forma de ejercicio cardiovascular de bajo impacto para todo el cuerpo. Los cuerpos de los niños cambian constantemente a medida que se desarrollan y crecen, y es importante que hagan suficiente ejercicio para quemar tanto el exceso de energía como la grasa. Quemar este exceso de energía ayudará a tu hijo a dormir bien, lo que tiene muchos beneficios por sí solo.

    La natación también ayuda a desarrollar huesos y músculos fuertes, y promueve la flexibilidad y la coordinación. Además, también ayuda a reducir el estrés y aliviar la tensión.

    Sin embargo, es importante que los niños aprendan a respetar el agua lo antes posible, ya que incluso los nadadores más seguros pueden meterse en problemas en el agua. Los niños siempre deben ser supervisados cerca del agua, incluso una vez que hayan aprendido a nadar.

    Autoconfianza y habilidades para la vida

    Cuando vez que un niño aprenda un nuevo estilo de natación, desarrollará confianza en sí mismo y una sensación de logro. Aprender a nadar también ayudará a tu hijo a aprender cómo establecer metas y perseverar hasta que haya alcanzado su objetivo. La natación también es un excelente medio para mostrar a tu hijo lo que puede lograr con dedicación y práctica regular. Algunos estudios han demostrado que la natación puede hacernos sentir más seguros de cómo nos vemos.

    Beneficios sociales

    Aunque la natación es generalmente un deporte individual, las lecciones de natación le darán a tu hijo la oportunidad de desarrollar sus habilidades sociales. Estos incluyen cómo actuar adecuadamente con otras personas, cómo respetar el espacio de otras personas, y que cada persona tenga un cuerpo diferente y aprenda a un ritmo diferente.

    Diversión y disfrute

    Muchos niños disfrutan mucho chapoteando en el agua, ya sea en un baño, piscina infantil, piscina o en el mar. Visita tu piscina local y escucharás a los niños chillar de alegría mientras exploran un mundo acuático de diversión y más diversión. La natación también puede ser una gran oportunidad para pasar tiempo de calidad con tu hijo, lo que significa que ambos pueden disfrutar de estos beneficios juntos.

    ¿Cuáles son los peligros de la natación para niños?

    Los niños ya son capaces de defenderse por si mismos de infecciones e intoxicaciones, aún así es importante vigilar los niveles de cloro de la piscina.

    De todas formas, el ahogamiento infantils unos de los principales causantes de muerte de niños y niñas en todo el mundo. Muchos padres se piensas que porque han apuntado a sus hijos a clases de natación ya no deben preocuparse de esto, pero incluso los nadadores más expertos pueden ahogarse. Así que en todo momento debes prestar atención a tu hijo cuando esté bañándose por si tienes que salir a su rescate.

    Entonces... ¿Practicar natación infantil o no?

    Saber nadar es una habilidad muy importante para cualquier persona. Puede salvarte de muchas situaciones inesperadas como por ejemplo desbordamientos de ríos o inundaciones. Así que es muy importante enseñar a nadar a tu hijo cuanto antes.

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    Ejercicios de natación para niños

    Para practicar esta actividad con tu hijo o hija lo más fácil es apuntarlo en una escuela de natación para niños. Pero si decides hacerlo por tu cuenta en una piscina particular, te dejamos algunas actividades acuáticas para niños. Eso sí, recuerda no dejarlo nunca solo para evitar que se ahogue.

    Actividades para aprender a nadar

    Te proponemos estos juegos divertidos y fáciles que enseñarán a tu hijo a nadar. Estos ejercicios de natación están pensados para niños de 3 a 5 años, pero también lo pueden hacer aquellos niños de 6 a 8 años que aún no saben nadar.

    Hablar con los peces

    Practica hablar con peces falsos haciendo que tu hijo haga burbujas en el agua. Luego pídele que ponga la oreja en el agua para escuchar también a los peces y haz burbujas tu.

    Este ejercicio ayudará en el control de la respiración, que es el primer paso para enseñar a su hijo a nadar de forma independiente. Tragar accidentalmente agua puede darle mucho a tu hijo, así que asegúrate de animarlo a sumergir su cara y soplar burbujas para aumentar su nivel de comodidad en el agua.

    Asegúrate de que cuando sumerjas tu cara y hagas burbujas, salgas del agua con una sonrisa en la cara. Tu pequeño seguramente probará de hacerlo si ve como te diviertes mientras haces las burbujas.

    Atrapar a los peces

    Siéntate junto a tu hijo en los escalones del extremo poco profundo de la piscina, o quédate uno frente al otro si no es muy profunda, el agua debería llegar a la cintura del pequeño. Entonces pídele que trate de atrapar todos los peces que hay debajo suyo con sus manos porque están intentando tirar de él por el agua. Para ello debe hacer meter las manos en el agua delante suyo, y tirar del agua hacia sí mismo. Esto acostumbrará a tu hijo a la acción del brazo necesaria para empezar a nadar por su cuenta. Podéis cantar una canción juntos mientras hacéis esta actividad y cuando se acabe la canción, pregúntale cuantos preces a atrapado. Entonces haz que los tire al agua de nuevo y de un gran salgo. Después repite la canción y que trate de atrapar más peces.

    Este ejercicio le permitirá a tu hijo desarrollar un movimiento de brazo rápido y fuerte.

    Asegúrate de que tu hijo hace esta actividad con los dedos juntos, para que los peces no se escapen entre sus dedos. Esto ayudará con su propulsión cuando comience a nadar solo.

    Flotador de lancha motora

    Agarra a tu hijo por debajo de sus brazos y comienza a andar hacia atrás. A medida que va aumentando la velocidad, el agua empujará a tu hijo y lo pondrá en posición horizontal. Después gira lentamente en círculos y canta: "Lancha motora, lancha motora, vas muy lento". Toma un poco de velocidad y di: "Lancha motora, lancha motora, vas muy rápido". Por último di: "Lancha motora, lancha motora, pisa el acelerador" y comienza a soplar burbujas y decirle a tu hijo que patee al agua.

    Con este ejercicio ayudarás a tu hijo a que se sienta cómodo en una posición horizontal.

    Luz roja, luz verde

    Siéntate junto a tu hijo en un escalón poco profundo de la piscina. Si tu hijo es un poco mayor, puede agarrarse al borde de la piscina, mirando a la pared. Cuando digas luz verde, haz que patee como loco. Una luz roja significa detenerse, y la luz amarilla significa patear lentamente.

    Con este ejercicio trabajará las patadas y la propulsión.

    También puede realizar esta actividad sosteniendo a tu hijo debajo de sus brazos para que esté en frente tuyo, y caminar hacia atrás, alentándolo a patear. Para un desafío adicional, ayúdale a equilibrarse en una tabla de aleteo y haz que practique patear de esta manera también.

    Dar el paso

    En el extremo poco profundo, agáchate a medio metro de la pared y sostén a tu hijo con las dos manos por la cintura para que esté de rodillas. Los dos debéis mirar hacia la pared. Entonces pídele que salte de rodillas y que se agarre a la pared. Las primeras veces, en realidad no estará nadando, sino que usará la propulsión de su salto para llegar a la pared.

    Esta técnica lentamente acostumbrará lentamente a tu pequeño a nadar independientemente. Deja que se cuelgue de la pared por un momento para que pueda acostumbrarse a soportar su peso corporal hasta que vengas y lo agarres para intentarlo de nuevo.

    También puedes aumentar poco a poco la distancia a la pared, recordándole a tu hijo que atrape a los peces con las manos y que patee los pies. Puede que tenga dificultades las primeras veces, pero sigue animándolo y aplaudiendo su progreso y, muy pronto tendrás un nadador súper pequeño en tus manos.

    Actividades para divertirse y mejorar el nado

    Si tu hijo ya sabe nadar lo más probable es que quiera pasar un buen rato en la piscina. Lo mejor que puedes hacer es enseñarle alguno de estos juegos que además de entretenerlo, también mejorarán el nado tu hijo. Estos ejercicios de natación están pensados para niños de entre 7 a 10 años, pero si tu hijo ya sabe nadar puede practicarlos sin problema.

    Pelotas de plástico

    Hay muchos tipos de pelotas para la piscina, y seguro que en tu hogar tienes varias. La forma más sencilla es tirarle la pelota de un lugar a otro de la piscina, para que tu hijo vaya a buscarla nadando.

    Pelotas de goma

    Este tipo de pelota se hunde en el agua, así que tu hijo deberá practicar sus habilidades de buceo para capturarlas cuando tú se las tires a la piscina.

    Marco Polo

    Este juego es el pilla-pilla de la piscina. Se necesitan como mínimo dos personas para jugar. Uno se escapa, y el otro debe pillar al que se escapa. Lo peculiar es que el que debe pillar al otro no puede abrir los ojos, y debe guiarse por el sonido para atrapar a su compañero. Cuando el que pilla dice "Marco", el que se escapa debe decir "Polo". Hay muchas variaciones de este juego, pero la más segura es no dejando que tu hijo salga de la piscina para evitar que se resbale.

    Tiburones y peces

    Este es otro juego que debe hacerse con más personas. Uno de ellos es el tiburón, y los demás son los peces. Los peces deberán ir de un extremo al otro de la piscina sin que les pille el tiburón. Y el niño que es el tiburón no puede moverse libremente por la piscina, sino que siempre deberá quedarse en la línea imaginaria que hay en el medio de la piscina.

    Carreras

    Aquí depende de si tu hijo es pequeño o algo más grande, puede usar flotador o no. Es una competición para ver quien llega más rápido nadando de un extremo de la piscina a otro.

    ¿Se te ocurre algún otro juego que jugabas de pequeño? ¡Déjalo en los comentarios para ayudar a los demás padres!

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